María ha contado su historia y la de su hijo en la lucha contra la adicción a las drogas. Lo ha hecho en entrevista con Pablo Portabales, en la que ha sido una Cita con ACLAD más, en las mañanas de los martes en Radio Voz.

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 “Llevo muchos años luchando con mi hijo. Tiene 30 años. Y empezó con sólo 12.  Las madres somos las últimas en enterarnos. He pasado etapas horribles, de no querer vivir, pero siempre tienes la esperanza de sacar a tu hijo de ese infierno.  La familia ha sufrido muchísimo. Fuimos a montones de sitios, gastamos mucho dinero. Ha sido un recorrido largo hasta que llegamos a ACLAD donde nos han atendido de maravilla.  Aquí hay muy buenos profesionales que además son gente buenísima que tienen gran corazón y nos ayudan muchísimo. Esto me ha quitado muchas penas. Mi hijo va todo ilusionado, le encanta estar ahí y nosotros estamos más tranquilos. No tengo palabras para agradecer a estos profesionales todo lo que han hecho. Yo antes no dormía, ahora duermo”

Es parte de un relato en que María también cuenta el modo en que ha ido cambiando su hijo desde que comenzó a enfrentarse al problema y a superar su adicción a las drogas: “ La relación no fue muy buena  en los últimos años  porque este veneno que toman los transforma. Era un niño maravilloso y buenísimo, me quería con locura, pero al empezar a consumir ya no era él. Ahora vuelve a ser el de antes. Es un chico cariñoso que me quiere muchísimo, me respeta y respeta a todo el mundo. Ya va haciendo su vida y tiene muy buenas amistades. En su día no eran tan buenas, se juntaba con lo peor”

María lo tiene muy claro y es determinante a la hora de dar un consejo a otras madres: “No dar tanto vicio a los hijos, llegamos a dar más de lo que podemos”.

“Hoy en día no le daría tanto a mis hijos. Cuando empiezan en ese mundillo, a cada momento te están pidiendo y tú por no entrar en discusiones vas cediendo y cediendo. Esto es lo peor que puede hacer una madre. Todo debe tener un límite: o trabajas o estudias y, si no, búscate la vida.  Es un problema cuando piensas que si no le das lo que pide, tu hijo va a robar o se va a poner a pedir. Entonces el corazón domina la cabeza de una madre”.

Para María hay todavía grandes asignaturas pendientes: “ Es muy triste que  estos chicos rehabilitados no tengan ayudas para su total reinserción, además,  la sociedad aún continúa señalándolos”.